Quino

 

Tenemos que estar predispuestos a abrir la puerta a la felicidad. A veces la tenemos delante y no somos capaces de abrirle la puerta. La pregunta que me surge no es ¿ha llamado la felicidad a tu puerta? sino ¿has abierto la puerta a la felicidad?

 


No todas las llaves abren la puerta de la felicidad. La felicidad es personal, cada uno tiene su propia llave para ser feliz.  

¿La usas?